Desde que en 1982 Naciones Unidas lanzara en aquella Iª Asamblea Mundial sobre envejecimiento el nuevo paradigma del envejecimiento activo han pasado ya varias décadas.
Tiempo en el que los factores determinantes del envejecimiento en los países europeos ha seguido su curso natural pero con el inconveniente de que los responsables políticos poco o nada han hecho para afrontar los problemas que el fenómeno del envejecimiento plantean en la gobernanza.
La crisis económica que nos empapa desde hace más de un lustro ha servicio en ocasiones para recortar derechos adquiridos y cercenar prestaciones y servicios amparándose no solo en esa situación de crisis sino en el propio fenómeno del envejecimiento.
Y por ahí ni podemos ni debemos pasar. De que el envejecimiento es un problema a que los viejos son un problema no hay nada y desde luego nosotros aquí no aceptamos esa tesis. No haber tomado medidas en su momento es lo que hoy nos lleva a pensar que el fenómeno del envejecimiento es un problema. Y nada más lejos de la realidad.
Morir de éxito por culpa de la mala previsión política. Esa es la única realidad que puede justificar semejante argumentar la actual postura política.
Pero hoy venimos a hablar de “Age friendly cities” que algunos han traducido como “ciudades amigables con las personas de edad” y otros más acertadamente como “Entornos amigables con las personas de edad”. Esta última traducción es más acertada según me comentó Alexandre Kalache en una entrevista que le realicé en 2009 a su paso por Bilbao.
El proyecto fue lanzado por la OMS en el XVIII Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría que tuvo lugar en Río de Janeiro (Brasil) en junio de 2005.
Nace con una vocación clara de dar respuesta a dos grandes tendencias características de la población mundial contemporánea: el envejecimiento demográfico y el proceso de urbanización.
Recordemos que según datos de Naciones Unidas, en 2010 por primera vez en la historia de la humanidad había más gente viviendo en ciudades que en el entorno rural.
El objetivo del programa es facilitar una herramienta o dinámica de trabajo con la que ayudar a las ciudades y municipios a aprovechar al máximo todo el potencial que ofrecen los ciudadanos de edad avanzada.
Tres son los objetivos generales del proyecto:
- generar procesos de participación comunitaria
- introducir cambios en las diferentes áreas competenciales del municipio a fin de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos
- aprovechar el potencial que representan las personas mayores en la vida ciudadana.
Una ciudad amigable es una ciudad diseñada para todas las edades, y no exclusivamente orientada a lograr mejoras para la población mayor.
El programa entornos amigables se ofrece en una metodología de investigación, acción, participación.
Investigación para realizar un diagnóstico del municipio y para desarrollar una investigación cualitativa.
Acción para crear un comité de expertos, para organizar foros de participación ciudadana y para intervenir en las áreas de mejora.
Y participación de las personas mayores, de las administraciones públicas, personas voluntarias, proveedores de servicios y comerciantes, y en definitiva de la comunidad local.
Para ello, se basa en los denominados factores determinantes del envejecimiento activo: factores económicos; servicios de salud y sociales; factores comportamentales; factores personales; factores ambientales externos; factores sociales
Divide sus áreas de análisis en ocho partes:
- espacios al aire libre y edificios
- transportes
- vivienda
- participación social
- respeto e integración social
- participación cívica y empleo
- comunicación e informació
- apoyo de la comunidad y servicios de salud.
Partiendo de estas premisas, se lanza la propuesta y comienza el trabajo.
Los municipios que se comprometen a trabajar en esta metodología, solicitan a la OMS incorporarse a la “Red Mundial de Ciudades Amigables” en la cual se comparten experiencias y buenas prácticas en esta materia.
La red comenzó su andadura con 32 ciudades y en la actualidad cuenta con varios centenares de muy diversos tamaños, continentes y culturas.
En la agenda de la Unión Europea, el envejecimiento activo entra con la estrategia “Europa 2020” y su posterior concreción en la estrategia “Europa por la innovación social” -convertir las ideas en empleo, crecimiento ecológico y progreso social-.
En noviembre de 2011, la Comisión Europea aprobó un “Plan estratégico de aplicación de la cooperación de innovación europea sobre el envejecimiento activo y saludable”. De ese plan nace la “Asociación europea de innovación en envejecimiento activo y saludable” (EIP-AHA).
No es casual que el envejecimiento activo entre en la agenda europea por la puerta de la innovación puesto que es una oportunidad de ayudar a hacer frente a la actual situación de crisis, bien sea por reducción de gasto o por generación de nuevos productos y servicios para el mercado, sino también porque el envejecimiento activo en general y el proyecto “entornos amigables” debe ser un generador de iniciativas innovadoras que sean algo más que rebautizar cosas que ya se viene haciendo envueltas en un nuevo papel. La innovación no solamente es hacer cosas nuevas, sino también poder recuperar cosas olvidadas que al aplicarlas ayuden a solucionar casuísticas que generan fenómenos actuales.
El principal objetivo de la EIP es aumentar en dos años la esperanza de vida con buena salud en la UE de aquí a 2020.
Para desarrollar su trabajo, la EIP se organiza en seis grupos de trabajo de los cuales uno de forma específica se dedica a “entornos amigables con la edad”.
Todo está estrategia fue reafirmada en el año 2013 en la “Declaración de Dublín”.
Todo esto se lo cuento hoy, porque el Gobierno Vasco también ha decidido apostar por este tipo de dinámica de trabajo y el pasado jueves 3 de julio celebró en el acuarium de Donosti una presentación de todo ello.
Para esta ocasión, y porque me consta que la apuesta es decidida por su parte, contamos con la presencia del Lehendakari Urkullu, junto con las consejerías de Empleo y Políticas Sociales, y la de Salud. También pudimos ver entre el público a la Directora General de tráfico que como ya hemos podido ver en pos anteriores también la Consejería de Seguridad está comprometida con este tema.
Fuente: Irekia – Eusko Jaurlaritza – Gobierno Vasco
Al acto también acudieron los miembros del grupo motor del “Durango Amigable” y además el lunes 7 de julio participaron en la “Mesa de la experiencia” de Onda Vasca dejando precisamente su experiencia y vivencia de este proceso que están viviendo y desarrollando en primera persona en Durango.
Os dejo el audio del programa en el que podréis escucharles lo bien que lo están pasando desarrollando Durango Amigable.
Por mi parte únicamente indicar que si algún municipio quiere que se le preste ayuda desde la Universidad de Deusto en la puesta en marcha y acompañamiento en su municipio del programa “entornos amigables” no tiene más que ponerse en contacto conmigo llamando a la Universidad de Deusto.
Escucha el audio que merece la pena.
Un saludo a todos y a todas.
Gracias Matilde por tus amables palabras.
Recuerda que nunca se es «tan mayor».
Un abrazo.
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Soy Matilde Garzón Ruipérez, salmantina de 88 años y llevo varias semanas colaborando con un periódico digital. Empecé hablando de Ciudades Inteligentes y ahora Ciudades amigables con las personas mayores. Hace un rato cuando quería guardar unas notas, se me bloqueó el ordenador. He tenido que cerrarlo y no se cómo me ha aparecido una página desconocida en la que he visto artículos que trataban los mismos temas que yo venía tratando. Mi sorpresa ha sido mayúscula. Ahora estoy escuchando un audio producido por Durango y Deusto. Precisamente entre las ciudades inteligentes puse a Bilbao con fotos de la isla que está junto a Deusto. Mi sorpresa y alegría ha sido grande porque además he vivido cuatro años en Bilbao, los dos últimos como profesora de Latín en el IES femenino de la calle Bertendona. Hace unos cinco o seis años estuve en Bilbao tres días y con mi amiga Charo del Rey, fallecida, visité toda la zona de la ría junto al Gugenheit y el barrio antiguo y quedé admirada de la transformación de la ciudad. Se que el alcalde anterior fue admirable e impulsó esta transformación. Les felicito por seguir en la misma línea. Si no fuera tan mayor me iría con gusto a vivir a Bilbao, donde todavía me quedan amistades. Saludos y abrazos.