El pasado 19 de diciembre de 2014, el consejero de Administración pública y justicia del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, presentaba el “Libro blanco de democracia y participación ciudadana para Euskadi”.
El libro se presenta como un documento abierto y dinámico, como un punto de partida para construir una Euskadi más participativa en los asuntos públicos.
Sin duda, el documento, su elaboración y lo que ello representa tanto hasta el momento como para el futuro, es una oferta de nueva gobernanza para las políticas públicas de Euskadi. Una propuesta que pretende superar lo estructural para modificar lo cultural de manera que la participación de todas las personas de Euskadi en el diseño e implementación de la política pública se haga de una forma activa por parte de todos.
“Un Libro Blanco es un documento oficial, de interés para la sociedad en general que busca aclarar dudas o indefiniciones en torno a un tema específico. Es una guía que recoge acciones que ayudan a entender un problema, resolverlo y/o tomar una decisión.
Es un documento previo que se utiliza como medio de presentación de las preferencias políticas de un gobierno antes de la introducción de la legislación correspondiente. No supone un compromiso político inalterable, pero habitualmente es publicado tras ser sometido a un período de consulta entre los agentes implicados. Además sirve para medir el clima de la opinión pública con respecto a una cuestión política controvertida y es de ayuda para los Gobiernos con el fin de medir su impacto probable”.
A mi parecer, cuando la administración pública adopta medidas sobre un tema, tiende rápidamente a indicar que las toma ´´frente a un problema´´ cuando en realidad en muchas ocasiones lo que hace es canalizar un fenómeno concreto. Este es el caso que hoy nos ocupa. Canalizar, articular y/o promover la participación ciudadana en la elaboración de políticas públicas no es un problema sino la canalización de un fenómeno creciente que en virtud de la evolución de la madurez política de la sociedad, acompañada de nuevas herramientas para la canalización de esas inquietudes, permiten desarrollar nuevos métodos para ello.
Lógicamente, además de todo ello, tiene que darse la existencia de una correcta disposición de los responsables públicos para catalizar y encauzar todo, como es el caso que hoy nos ocupa. La participación ciudadana ya estaba en la agenda pública pero ahora se da un paso más en su modelo.
En Euskadi, tras más de cuarenta años de dictadura franquista en la cual la participación ciudadana era nula, la apertura a la democracia promovió y canalizó la participación social, además de por el cauce de las formaciones políticas -partidos políticos-, mediante el modelo de ´´lideres´´ sociales y el asociacionismo.
Euskadi ha tenido desde los años 80 un alto número de entidades sociales que organizaban y canalizaban las inquietudes en materias diversas; cultura, deportes, personas mayores, juventud, etc….
Lo normal por entonces era que la administración, a cualquiera de sus niveles, generara órganos consultivos en los que se reunía con los responsables de estas entidades con el fin de testar su opinión y canalizar sus demandas en aquellas materias y competencias en que se desarrollaba la actividad. Así, la existencia de Consejos de personas mayores, Consejo de la juventud, Consejo Deportivo, Consejo cultural, etc… han estados muy presentes entre nosotros.
Este modelo, producía un filtrado natural de la participación puesto que la representación de las entidades sociales en dichos consejos se solía y se suele hacer mediante los responsables de las juntas directivas, lo cual en sí implica ya el primer filtro de ser elegido en la asamblea de cada entidad y eso marca ya un cierto liderazgo social o cuanto menos carisma, además de representatividad.
Bien es cierto que los responsables públicos, también podían configurar los Consejos, además de con miembros natos de las entidades sociales, con personas nombradas a dedo siguiendo un criterio personal del máximo responsable político de la administración en cuestión.
Estos Consejos, en cualquier caso, rara vez eran y son vinculantes, y normalmente tratan más temas informados a posteriori de su lanzamiento que a priori en el proceso de definición. Hay que señalar que hay excepciones que si lo hacen todo a priori, en el proceso mismo de la toma de decisión.
El “Libro blanco de democracia y participación ciudadana para Euskadi”, desde mi modo de ver da un paso más en el modelo. La propuesta de este nuevo modelo tiene al menos dos novedades significativas: por un lado toda persona ciudadana de Euskadi puede opinar y aportar sobre un borrador de propuesta de política pública en su proceso de definición, y por otro lado la participación se inicia en el paso uno del proceso, lo que implica una mayor capacidad de involucrarse y de impactar en el modelo final de política pública.
Como bien recoge el Libro blanco, al tratarse de una nueva forma de diseñar políticas públicas, una nueva ´´cultura´´ de hacer politics, el propio proceso habrá de ir dando pasos para superar los obstáculos que se va a ir encontrando.
El propio método de elaboración del Libro blanco ha sido extremadamente participativo.
Para dar los primeros pasos en la inmersión en esta nueva propuesta recomendamos la lectura de la siguiente documentación en el orden que a continuación aparece:
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Libro Blanco de Democracia y Participación Ciudadana para Euskadi. Folleto
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Libro Blanco de Democracia y Participación Ciudadana para Euskadi. Un punto de partida
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Libro Blanco de Democracia y Participación Ciudadana para Euskadi. Anexos
Llegados a este punto hemos de preguntarnos ¿por qué tratamos este tema en nuestro blog de envejecimiento activo? La respuesta es doble: primero porque las personas mayores también son parte involucrada de esta nueva cultura de la participación; y segundo porque en el grupo motor de elaboración del Libro Blanco han participado dos personas mayores.
Como suelo decir, además de tener la juventud mejor preparada de la historia, tambien tenemos el colectivo de personas mayores mejor preparada de la historia.
La propuesta que nos hace el libro blanco, es una oportunidad para canalizar toda esta expereincia de las personas mayores en temas que son de su interes bien por conocimiento o bien por relación o implicación.
Esta propuesta supera la particiapción de las personas mayores para cuestiones de personas mayores unicamente. Ahora cada persona mayor podrá participar en aquello que le interese y sobre lo que se va a definir una política públcia.
De ello hemos hablado esta semana en el espacio que nos brinda Onda Vasca en la “Mesa de la experiencia”.
María Luisa Mendizábal y Antonio Campos de la entidad Heldual Adi, nos han relatado la experiencia.
Os dejo el audio para que podáis escuchar.
Quedará pendiente, esperemos que no para muy lejos en el tiempo, que además de la nueva cultura de la participación, la ya “existente” cultura del Tribunal de cuentas, se implemente por ley la evaluación de la política pública de todas y cada uno de los niveles de la administración en Euskadi. Pero eso será el siguiente paso, esperemos que lo veamos pronto.
Otros enlaces de interes:
http://www.irekia.euskadi.net/es/news/23784-gobierno-presenta-primer-libro-blanco-participacion-elaborado-tras-ano-trabajo-conjunto-entre-administracion-ciudadania
http://www.irekia.euskadi.net/es/debates/946?stage=presentation
http://www.irekia.euskadi.net/es/news/23784-gobierno-presenta-primer-libro-blanco-participacion-elaborado-tras-ano-trabajo-conjunto-entre-administracion-ciudadania